TRADITIONS OF MEXICO
  Cinco de Mayo
An educational project of the
Houston Institute for Culture




El cinco de mayo: una lucha por la libertad.
Por John P. Schmal
Traducido al español por Rose Mary Salum


El cinco de mayo está cerca y, una vez más, los americanos celebrarán un evento histórico de gran relevancia para los norteamericanos. Este año, la observación del cinco de mayo conmemorará el aniversario de la derrota del General Ignacio Zaragoza frente a los franceses en una pequeña ciudad de Puebla.

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 Celebrating Cinco de Mayo in the U.S. 
Mientras que el cinco de mayo es solamente una fecha dentro de los hispanoparlantes, representa un evento muy importante dentro de la historia de México. El cinco de mayo es festejado ampliamente dentro de las comunidades México-americanas como el triunfo de la gente sobre la opresión. Los inicios de esta celebración son muy complejos y pueden ser entendidos más claramente cuando comprendemos que, por cerca de 300 años, es decir, hasta 1821, España dominó a los mexicanos, su cultura y su gobierno. Incluso después de que México peleara y lograra su independencia, la herencia del colonialismo continuó por muchos años.

En 1855, después de dos décadas de administraciones conservadoras, el partido liberal, defendiendo un sistema de gobierno similar al de Estados Unidos, subió al poder en México. Este cambio en el gobierno llevó al país a un cambio político significativo y a un periodo de violencia conocido hasta ahora como La reforma. En una serie de arrasadores decretos originados por la constitución de 1857, ciertos privilegios fueron suprimidos. Estas leyes amenazaron el orden establecido - los grandes terratenientes, la iglesia católica y el ejército - es decir, a todos aquellos que ocupaban una posición privilegiada durante el periodo colonial y durante el gobierno conservador.

Los cambios fueron tan drásticos que estalló una guerra civil que duró tres años. Después del derramamiento de sangre, los Conservadores fueron finalmente derrotados. Sin embargo, la guerra fue muy costosa, no sólo se perdieron vidas, sino que México perdió recursos económicos. La producción minera y agrícola, sobre la que la economía del país había dependido, se vino abajo, causando que el gobierno mexicano cayera en una profunda deuda. El presidente Benito Juárez pronto se volvió el líder máximo de la república postrada en 1861. El liderazgo del grupo Conservador, aún determinado en no permitir que los Liberales quedaran en control, pidieron ayuda en el extranjero. Los Conservadores habían llegado a pensar que la respuesta a los problemas de México sería la instalación de una monarquía a cargo de un príncipe extranjero. La búsqueda los llevó a Francia, en ese momento bajo el mando del emperador Napoleón III.

Napoleón III estaba deseoso de superar las glorias del primer Napoleón. Durante este tiempo, su ejército tenía fama de ser el mejor de Europa, con el mejor armamento y un entrenamiento excelente con liderazgo y experiencia. Los Conservadores que se reunieron con Napoleón en París, le aseguraron que una invasión francesa en México era posible y que las fuerzas francesas serían bienvenidas por el pueblo mexicano. En abril del 1861, Estados Unidos se enfrascó en su propia guerra civil y no estaba en posición de oponerse a una invasión francesa.

En Julio de 1861, el gobierno de Juárez declaró una moratoria de dos años en el pago de la enorme deuda externa de México. En esos días, la ley internacional permitía el uso de la fuerza armada a los países acreedores que se encontraran en tales circunstancias, así que en octubre de 1861, los principales acreedores como la Gran Bretaña, Francia y España, protestaron contra Juárez y firmaron "La convención de Londres", en la que acordaban la ocupación del puerto de Veracruz para hacer cumplir sus demandas. Las tres potencias procedieron conjuntamente con su intervención militar, pero después de una corta operación, la Gran Bretaña y España se retiraron. Francia, sin embargo, continuó su ocupación en Veracruz y empezó una marcha interna para ocupar la ciudad de México y controlar la nación entera.

El 19 de abril de 1862, tropas francesas, bajo el comando del General Latrille, entraron 400 millas tierra adentro y tomaron la ciudad de México. Informado por los Conservadores de que los franceses serían bienvenidos con los brazos abiertos, el General Latrille marchó hacia la pequeña ciudad de Puebla. El 4 de mayo, los franceses acamparon en las afueras de Puebla en una meseta, aproximadamente a mitad de camino entre la costa y la ciudad de México. Al siguiente día, el general Zaragoza, comandando las fuerzas mexicanas, decidió atacar a las fuerzas francesas, con la esperanza de detener su avance y ganar más tiempo para el ejército mexicano que estaba en la capital.

El acto decisivo del día fue realizado por el joven brigadier General Porfirio Díaz, quien rechazó un asalto resuelto pero imprudente por los franceses en el flanco derecho de Zaragoza. Los soldados mexicanos, faltos de experiencia en el campo de batalla y armados con artillería anticuada, atacaron con fervor y determinación. En una batalla de cuatro horas, los mexicanos sufrieron 250 bajas, mientras que infligían fuertes pérdidas a los franceses. Perdiendo cerca de mil hombres, los franceses se retiraron a la costa para esperar más refuerzos. Los franceses esperaron un año, antes de empezar su regreso tierra dentro. Sin embargo, esta vez las fuerzas francesas contando con 30 mil tropas, pudieron tomar la ciudad de México, donde instalaron a Maximiliano de Hamburgo como el emperador de México. Juárez y su gobierno fueron llevados al la frontera con Texas.

Resultó que el Emperador Maximiliano, el hermano menor del Emperador Francisco José de Austria, no fue lo que los Conservadores habían deseado. Mientras que rechazaron rescindir las reformas liberales, provenientes de sus predecesores, Maximiliano declaró libertad de prensa y proclamó amnistía general para prisioneros políticos. Asimismo también firmó un decreto en octubre de 1865 en el que la pena de muerte se hacía mandatoria para todos los juaristas armados y capturados. A principios de 1867, Napoleón decidió retirar sus tropas y se dejó a Maximiliano sin apoyo. Tomando el comando personal del ejército imperial mexicano, Maximiliano se dio cuenta de que no tenía el apoyo de la gente y rápidamente fue rodeado por tropas republicanas. El 15 de mayo de 1867, Maximiliano se rindió ante el General Mariano Escobedo. Un mes después, Maximiliano fue ejecutado, dando término, de una vez por todas, a la influencia francesa en México.

Cincuenta mil mexicanos perdieron sus vidas en la lucha contra las fuerzas francesas. Pero la experiencia, sin embargo, aunque trágica y costosa, dio inicio a una confianza nacional propia, la cuál creció perceptiblemente en los años venideros. Incluso durante la ocupación francesa, los mexicanos ya habían celebrado el cinco de mayo como día festivo en las zonas no ocupadas por los franceses. Con el tiempo, el cinco de mayo llegó a ser el símbolo de orgullo nacional y el triunfo de la gente sobre la ocupación extranjera.

Estados Unidos apoyó fuertemente al gobierno mexicano de resistencia contra la ocupación francesa. Es por esa razón por la que mexicanos y americanos comparten al igual, la observancia por esta batalla; en un tiempo en el que ambas naciones recuerdan sus batallas para preservar la libertad política contra la intromisión de poderes extranjeros. Pero en ciertos aspectos, el cinco de mayo tiene una mayor importancia para Estados Unidos; donde se le reconoce como una oportunidad para celebrar la cultura hispánica.

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John Schmal es historiador, genealogista y conferencista. Recientemente publicó el libro "Mexican-American Genealogical Research: Following the Paper Trail to Mexico" (Heritage Books, 2002) en coautoría con su amiga Donna Morales. Tiene una licenciatura en historia (Loyola-Marymount University) y geografía (St. Cloud State University) y es miembro del consejo de la Sociedad de Investigación Histórica Hispana Ancestral (SHHAR). El es editor asociado de la versión en línea de la carta mensual del SHHAR's,www.somosprimos.com. Actualmente John se encuentra colaborando con Eddie Martinez - un ilustrador gráfico - en un manuscrito titulado "Indigenous Mexico: Past and Present."

Rose Mary Salum (México) es la fundadora y directora de Literal, Latin American Voices www.literalmagazine.com

Es editora, narradora y poeta. Ha sido incluida en antologías de Estados Unidos, Australia, Argentina y España. Es autora de Entre los espacios (2003) y co-autora de Vitrales (1995). Ha recibido diversos premios internacionales por su labor literaria y editorial.


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